La hepatitis es la inflamación del hígado que, en la mayoría de los casos, está causada por la infección por virus de la hepatitis de los que existen cinco tipos (A, B, C, D, E). Los que con mayor frecuencia causan las hepatitis virales son los A, B y C. Las hepatitis virales pueden producir epidemias, cirrosis, cáncer de hígado e incluso provocar la muerte.

Síntomas comunes: fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida de apetito, orina oscura, ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos).

Se puede tener hepatitis sin saberlo ya que muchas personas solo tienen síntomas leves o ninguno. Los síntomas pueden aparecer incluso años después de la infección, cuando la enfermedad está avanzada y el hígado puede estar muy dañado.

El principal modo de transmisión de las hepatitis A y E es por consumo de agua o alimentos contaminados y falta de higiene.

Tanto la hepatitis B como la C están asociadas al contacto con sangre o fluidos corporales infectados.

El modo más frecuente de transmisión de la hepatitis B es por contacto sexual sin protección o de la madre al bebé en el parto.

La hepatitis D solo la puede tener una persona que ya tiene o está adquiriendo hepatitis B.

Para prevenir la hepatitis A y la B existen vacunas seguras y eficaces.

La hepatitis C puede prevenirse no compartiendo agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, exigiendo el uso de materiales descartables o esterilizados al hacerse tatuajes, piercings o implantes, y usando preservativo en todas las relaciones sexuales.

Las vacunas contra la hepatitis A, contra la hepatitis B y también las combinadas contra A y B.

Nuestro Calendario Nacional de Vacunación (CNV) incluye:

• Vacuna contra hepatitis A

Esquema: una única dosis que debe aplicarse al año de vida.

Importante: antes de la introducción de la vacunación sistemática, la hepatitis A fue la principal causa de hepatitis fulminante en niños menores de 10 años, que en algunos casos requirieron trasplante hepático.

• Vacuna contra hepatitis B

En el primer año de vida. Una dosis neonatal para recién nacidos dentro de las primeras 12 horas de vida. Si por cualquier motivo, la persona recién nacida no hubiese recibido la vacuna dentro de ese lapso, debe recibirla tan pronto como sea posible.

Luego, la vacuna está incluida en la quíntuple que se aplica en el siguiente esquema: primera dosis a los 2 meses de vida; segunda dosis a los 4 meses de vida; tercera dosis a los 6 meses de vida; un refuerzo entre los 15 y 18 meses de vida.

En niños, adolescentes y adultos que no la hayan recibido durante el primer año de vida. Se debe aplicar en esquema de 3 dosis: primera dosis (desde los 11 años en adelante); segunda dosis al mes de haber recibido la primera dosis; tercera dosis a los 6 meses de la primera dosis.

Importancia de estar vacunados contra la hepatitis B

La vacunación contra la hepatitis B es el único modo de proteger contra la infección por este virus y sus complicaciones, como cirrosis y cáncer de hígado. La vacunación también previene la transmisión del virus de madre a hijo durante el parto. ¡La vacunación es la herramienta más eficaz y segura para evitar la hepatitis B y el cáncer de hígado